Adiós

Hacer un duelo por un amor que no nació equivale a hacer un entierro sin difunto, es tan ridículo el final de esta historia que apenas si parece que existió.

Duele en alguna parte de mi alma o de mi cuerpo este amor estancado que me estorba al quererse desbordar, duele al salirse por los poros pues no puedo contenerlo, tanto tiempo reprimido que duele el alma, el llanto, el vacío, el espacio en que me encuentro sola rodeada de memorias nada más.

Estas ganas de tenerte en mi vida me han llevado a perderme de mi misma, te extraviaste, pensé, ahora me doy cuenta que siempre estuviste en el lugar exacto donde no puedo tocarte, donde mis palabras resuenan, en el eco que te estorba, en el mismo sitio que estás ahora, lento, inmutable, tan distante, por tan poco y me acostumbro a tu cercana lejanía! casi imperceptible.

Te deseo lo mejor; que la vida te permita perderte, enloquecer. Que alguna vez, al menos una, te permitas correr el riesgo de sentir, de enamorarte, yo ahora me retiro, estoy al borde de recuperar la cordura, y no quiero arriesgarme, prefiero continuar pensando en el amor que arranca la voluntad, que disfraza los sentidos y que nubla la razón.

Prefiero morir en el intento antes que confundirme en tu olvido.

Te amo amor, te amo y te dejo, antes de que confirme que no te he perdido, simplemente nunca fuiste mio.